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Azahar y salitre

Y el cursillo se acabó.

Bueno, por fin se ha terminado el cursillo de francés comercial. 209 horas (Según el diploma que nos dieron), repartidas en un par de meses, más o menos, que debo confesar me han venido muy bien, pues yo creía haber olvidado mis conocimientos de ese idioma, pero que he recuperado a una velocidad que me asombra. La profe, Ana, muy maja, siempre dispuesta a ayudarnos en cualquier duda que tuviéramos, facilitándonos la información que hiciera falta. Era como un compañero más.

En lo que a mi se refiere, me dijo que había quedado muy contenta conmigo, y que tenía un nivel más alto del que se esperaba. Curiosamente, me comentó que por mi forma de pronunciar, cuando hablaba en francés, y por los giros que solía emplear al construir algunas frases, podría pasar por belga, llegando incluso a decirme que, a lo mejor, podría ser la reencarnación de uno. Y éso me puso un poco los pelos de punta... 

Si, cuando estudiaba en la Universidad, hubiera tenido muchos profesores como ella, creo que habría estudiado más de una carrera, y muy a gusto además. Desgraciadamente, me tocó vivir una época muy agitada en el ambiente universitario, donde la mayoría de los profesores que tuve eran "no numerarios", que daban la clase fatal, con escaso interés por el nivel que pudieran alcanzar sus alumnos, sin ser conscientes que de sus enseñanzas dependía su futuro. Siempre he dicho que eran más politicastros que enseñantes, aunque imagino que éso habrá cambiado actualmente.

Volviendo a ese último día de clase, nos visitó la inspectora del INEM que supervisaba el cursillo, nos hizo rellenar una encuesta anónima y nos dió los diplomas acreditativos del curso realizado, aparte de responder a algunas preguntas que le hicimos.

Cuando nos fuimos a tomar café, compré una caja de bombones (Curiosamente, belgas), que estaban buenísimos, y que nos comimos como buenos compañeros que éramos, junto con una botella de cava que costeamos entre todos . Le regalamos a la profe un libro de Boris Izaguirre (Villa Esmeralda), que le dedicamos todos sus alumnos, unos en francés y otros en castellano. Yo le puse: "Pour la prof la plus sympa" (Para la profe más simpática, en "argot").

Y cuando acabó la jornada lectiva nos fuimos a comer a un restaurante-mesón gallego, que había a espaldas de la academia. No tengo nada contra los gallegos (Además, la profe es de Santiago), aunque en Valencia es más propio el celebrar algo alrededor de una buena paella. Sin embargo, todos los restaurantes estaban ya con mesas reservadas desde hacía tiempo, por las comidas que suelen hacerse para celebrar anticipadamente la Navidad en las empresas. No obstante , debo decir que comimos muy bien a base de "picoteo": Patatas bravas, calamares, pulpo "a feira" (Que estaba buenísimo), morro, croquetas y empanada. Todo recién hecho, que conste. Éso sí, que si al salir del restaurante nos hubieran hecho soplar la policía. seguro que más de uno habría acabado en el cuartelillo, pues las jarras de Ribeiro iban rodando por la mesa una tras otra...Je, je, je. Al despedirnos, hubo intercambio general de números de móvil y direcciones de e-mail.

En resumen, que lo celebramos muy bien y hemos quedado en reunirnos a primeros de Febrero, para recordar el cursillo y ver qué tal nos han ido las cosas para entonces.

Buen finde a todos/as y nos vemos el lunes. 

2 comentarios

Etiam -

Me ha hecho mucha gracia lo de que te digan que por tu pronunciación y tal pareces belga, jejeje, me ha recordado cuando a mí me decían que hablaba como una escocesa XD
Saludines

Pikifiore -

Ay Manuel..me vas a perdonar pero a mi la paella,como que no...jajaja,pero reconozco el placer que supondrá.Me alegro de que hayais tenido buen rollo,es importante.Qué suerte que os dieran el diploma en el momento,yo hice un curso del INEM hace dos años, y todavia lo estoy esperando...Un beso