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Azahar y salitre

Vuelta a la normalidad.

Al menos de momento, pues mis hijos tiene vacaciones hasta el día 1 de Abril, por el calendario escolar que hay en la zona de Valencia. Además, mi mujer tiene toda esta semana de vacaciones. Es decir, que el único al que le toca trabajar es a mi, aunque ya voy contando los días que faltan para el 7 de Abril, cuando me vaya a Roma con mi hija, hasta el 10 del mismo mes.

En lo que se refiere a estos días de Semana Santa, finalmente nos fuimos a Oropesa (Castellón), a que nos diera un poco de brisa marina, que falta nos hacía. De todas formas, el Viernes Santo, tal como tenía pensado, me fuí a Alcora, a ver la "Rompida de la hora", que este año fué impresionante.

Y digo ésto porque, como hizo muy buen tiempo, aquello estaba a reventar de gente, y el acto duró lo habitual. El año pasado, como hizo un día infame, de lluvia y frío, aparte de quedar todo algo deslucido, se abrevió bastante la duración de tan curioso evento.

Cuando faltaba un minuto para que dieran las doce del mediodía, se hizo un total silencio en la plaza, y cuando empezaron a dar las campanadas en el reloj del Ayuntamiento, empezaron a redoblar, como uno solo, los tambores y bombos de los cofrades que allí estaban congregados. Conté como unos 11 estandartes, de diversas cofradías de la zona.

Y empezó un ruido atronador, mientras iban desfilando por el recorrido trazado. Cuando pasaban por una calle estrecha, sobre todo cuando el redoble era a ritmo rápido, os aseguro que temblaba el suelo y las paredes de todo el entorno. Fueron 45 minutos sin parar, y se veía a muchos de los ejecutantes como hipnotizados por el estruendo, pero atacando los instrumentos con un brío que no paraba. Impresionante. Hay que verlo en primera fila para creerlo. A algunos de los participantes, llegaban a sangrarles manos, manchando la piel de los bombos, pero no por ello dejaban de tocar manteniendo el ritmo. Y esta "tamborrada" era muy pequeña, si la comparamos con la de Calanda (Teruel), patria del cineasta Luis Buñuel...

A los 45 minutos, ya todos concentrados en la plaza de la iglesia, se hizo de nuevo el silencio, mientras el cura de la población hacía una breve plática, en recuerdo de los cofrades fallecidos, e instando a seguir los actos de la Semana Santa con tanto fervor como tocaban los tambores. Acabadas sus palabras, volvieron de nuevo a tocar, con toda la fuerza posible, hasta que el reloj de la iglesia tocó la una de la tarde, cesando entonces todo aquel estruendo...Hasta el año que viene.

No soy persona religiosa, a pesar de que estudié parte de la primaria y el bachillerato en los Maristas (7 años), y tal vez por éso, de tanto que nos machacaban con sus letanías, terminé algo descreido, pero siempre me ha gustado acudir a actos en los que se mezclan folklore y religión, ya que se consiguen curiosos resultados, con espectáculos como el que os he contado. A aquellos de quien tengo su e-mail, ya os mandaré fotos cuando las tenga reveladas, si han salido bien.

Ahora, tendré que esperar hasta Junio para poder asistir a un evento con esa curiosa mezcla, que será el Corpus de Valencia, que también es muy espectacular, y al que suelo acudir todos los años que puedo.

Aparte del viaje a Roma, con el que tan ilusionados estamos mi hija y yo...

4 comentarios

susana -

No conocía esa fiesta. Qué interesante. Un beso.

Pikifiore -

Yo no sé si aguantaría una tamborrada de una hora porque tengo los oidos muy sensibles,pero seguro que es impresionante,gracias a ti,ya sé que existe. Y of course...querré ver fotos,jaja.Un beso

Luna -

Se me pasó mirar lo de Roma y tengo el itinerario en Cantabria :S Desastre...

En cuanto vuelva a casa te mando mail a ver si coincidimos.

Besitos

Alba -

YO espero fotos ;)

Que bien! ROMA está ya aquí para vosotros! No queda nada de nada!!!!!!!!!!!!! Seguro que os encanta!

Un besote enorme!