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Azahar y salitre

Roma, ciudad abierta, ciudad eterna. (1)

Bueno, ya estoy de nuevo en casa, tras dos días y medio en esa enorme ciudad, que respira historia por muchos de sus rincones, en forma de monumentos, ruinas y obras de arte que allí están para dejar su permanente mensaje a todos sus visitantes.

El vuelo fué bastante bien, y mi hija, que era la primera vez que subía en un avión, se lo tomó al principio con algo de miedo, pero una vez en el aire me dijo que no era para tanto el temor que muchos sienten por los aviones. Y es que siempre se ha dicho que "Volar no es peligroso, lo peligroso es estrellarse".

Entre aterrizar, recoger las maletas, salir del aeropuerto en autobús, llegar a Roma, tomar un taxi e ir al hotel, se nos hizo prácticamente la 1 de la madrugada, pero nos estaban esperando (Ya les había mandado un e-mail, avisando de lo tarde que íbamos a llegar), nos inscribimos y entramos en la habitación. Nos habían dado un cuarto con dos camas, una de matrimonio enooooooooorme y una camera. Mi hija, cuando vió la cama grande me dijo: ¡¡Me la pido!! Y es que su cara de ilusión era inmensa. Daba gusto verla disfrutar de todo lo que estaba viendo.

El alojamiento que había elegido, y contratado por Internet, era un B & B, que debía haber sido una antigua pensión, pero que estaba totalmente reformado. Por fuera, el edificio se veía muy antiguo, y no demasiado bien cuidado, pero por dentro era magnífico: Limpio, aseado, moderno, y con un suelo de terrazo de mármol tan pulido y reluciente que casi se podían comer sopas en él.

La habitación, amplia y con su propio baño, todo impecable. Aire acondicionado (Que no utilizamos, pues la temperatura era muy agradable) y un televisor de plasma, colocado en lo alto de una pared, y que controlábamos con mando a distancia. En la habitación nos dejaron una bandeja con todos los ingredientes del desayuno (Biscotes, croissant, zumo de fruta, mermelada, crema de chocolate, cubiertos de plástico, todo en sus embalajes bien precintado. También había un par de fichas metálicas, con las que se sacaba la bebida caliente, a elegir, de una máquina que había en la recepción. Nos dieron llave de la habitación, de la puerta del B & B y del portal de la calle, para que nos moviéramos con total libertad e independencia de horarios.

A todo ésto, mis conocimientos de italiano me fueron bastante útiles, aunque los tenía algo "oxidados", pero me fuí soltando poco a poco y me entendía muy bien. Aparte de éso, eran bastante amables y se preocupaban de entender y de hacerse entender, lo cual es muy de agradecer.

Me desperté temprano, y tras ducharme y asearme, desperté a mi hija diciéndole:"Levanta, que Roma nos espera". Y se levantó enseguida, cosa rara en ella, pues le tiene gran apego a las sábanas. Mientras se arreglaba, fuí a por la bebida del desayuno ("Capuccino con chocolate") y lo tomamos en la habitación. Me dijeron que en la puerta paraba el tranvía 19, que nos llevaba al lado mismo del Vaticano. Compramos los billetes en un estanco que había al lado de la puerta de nuestro alojamiento y nos dirijimos hacia el corazón de toda la zona turística. A pesar de que era pronto cuando llegamos, la cola ya era enorme, y éso que chispeaba un poco (Afortunadamente, en la mochila llevaba dos paraguas plegables), por lo que optamos por ir hacia la zona de la Fontana de Trevi, una de las ilusiones que tenía mi hija. Guiándonos por un plano que nos habían dado en la recepción, y tras caminar un buen trecho por la orilla del Tíber y por la "Vía del Corso", llegamos finalmente a la plaza donde está esa famosa fuente.

Impresionante. No puedo decir otra cosa. El acceso a la plaza es por unas calles estrechas y poco luminosas, pero de repente te encuentras frente al majestuoso monumento, de mármol blanco, con magníficas figuras, a las que les da de pleno la luz solar (Está muy bien orientada), causando un impacto visual inenarrable. Mi hija se quedó extasiada, e inmediatamente fué a cumplir con el ritual de lanzar las monedas al agua, con la mano derecha y por encima del hombro izquierdo, como manda la tradición (Y así ha quedado reflejado en las fotos que hice, o al menos así lo espero, cuando las recoja). Tiró un montón de monedas, pues llevaba encargo de hacerlo por parte de muchas de sus amistades. Después, compramos una camiseta a mi hijo, en la tienda de Benetton que había en la misma plaza, comimos unas reciones de "Pizza al taglio" recién hecha en una de las callejuelas de la zona, tomamos un "capuccino" cada uno (Exquisitos y con mucha espuma, por cierto) y seguimos caminando por aquel entorno.

(Continuará)

6 comentarios

Fer -

Como llego un poco tarde (pero igualmente te agradezco la recomendación) me limitaré a hacer comentarios puntuales.
Sobre el idioma, yo también tengo algo oxidado el italiano, pero es un idioma de lo más sufrido: enseguida puedes soltarte y empezar a hablarlo sin miedo. Además, por experiencia propia siempre recomiendo hablarlo, aunque no se domine mucho, porque más de uno y más de dos dan buenas estacadas a los precios en cuanto detectan un guiri a la redonda.

Pikifiore -

Sigue contandooooo!!!ayss Roma me fascina...y solo la he visto en fotos.

susana -

Yo fui a la Fontana di Trevi, y tiré mi moneda para volver, pero no lo he conseguido todavía. Voy a tener que reclamar. xD. Un beso.

Alba -

Para mi, Roma es una asignatura pendiente... todo se andará ;)

Eso si, hay otras zonas de Italia que conozco bastante bien!

Seguro que Roma es preciosa, esperaremos que sigas contando más!

Un besote

Mikhon -

A mi volar me da miedo, por muy irracional que sea y por mucho que sepa que no va a pasar nada. Durante el despegue y el aterrizaje me pongo tenso, y si hay turbulencias o giros raros tambien. Afortunadamente mi miedo no me impide volar, aunque no lo haga mucho.

Que envidia me estas dando al leer tu viaje... Me alegro que disfrutases, estoy esperando a que cuentes mas.

Luna -

Yo llegué anoche. Estoy muerta. Roma es impresionante, un regalo para la vista mires donde mires...

Al final no se me arregló avisarte, 39 adolescentes requieren atención constante y no teníamos apenas tiempo libre.

Me alegra que lo pasarais bien

Un besito!