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Azahar y salitre

Y se fueron a París.

Finalmente, tras los lógicos nervios de los preparativos de última hora, el domingo 25 de Mayo de 2008, mis hijos se fueron a París, de viaje de fin de curso, con un grupo de gente de su Instituto. Había que estar en la puerta del centro a las 17:30, para meter los equipajes y pasar lista, aparte de comprobar si todos llevaban la documentación correspondiente. Y a las 18:00 partió el autobús. Como tenían que llevar bocadillo para la cena de esa primera etapa del viaje, me pidieron que les preparara una tortilla de patatas (Según ellos, se me da mejor que a mi mujer, pero mejor que Pilar no se entere. Je, je, je.), de manera que se fueron bien pertrechados, aparte de llevar unos zumos y botes de refresco en su mochila de mano.

Mientras esperábamos, y veíamos llegar a otros padres de conmpañeros acompañando a sus hijos/as, recordé cuando yo hice un viaje similar, al finalizar el Bachillerato, hace ya muchos años, y de la mezcla de nervios e ilusión que viví en aquellos momentos. Entonces, al ver a mis hijos, pensé: Hace cuatro días que usaban pañales, que los llevaba en brazos, que les tenía que dar la comida y ahora...¡Míralos! El niño (?) con 17 años, y la niña (?) con 15...

Cuando llegó el autocar, ví que era muy moderno y bien equipado. En la parte de atrás, un cartelito indicaba: Transporte escolar. Pero creo que más bien deberían haber puesto: Tansporte de fieras. Je, je, je.

Y después me dió por pensar: ¡¡Cómo ha pasado el tiempo de rápido!! ¡¿Y no me he dado cuenta?! De verdad os digo, que un escalofrío me recorrió por dentro, al ver la rapidez con que la vida va pasando. Me hizo recordar lo que decía un profesor, en Bachillerato: Cien años, para la Historia, no es nada. Y nosotros no nos queremos dar cuenta de lo que nos cambia la vida en menos de veinte años.

Le dije que me llamasen cuando estuviesen a punto de cruzar la frontera, que yo calculaba sería ente las 11 y las 12 de la noche, como así fué. La juerga de fondo que se oía en el autobús era monumental, por lo que deduje que se lo estaban pasando de miedo. Y después me han llamado a las 7:30 de la mañana, ya desde Francia, para decirme que iban a desayunar y que por la mañana iban a visitar los castillos del Loira.

Espero que se lo pasen muy bien, mientras a mi memoria acuden recuerdos de cuando estuve en París por primera vez, hace ya muchos años, a la vuelta de un viaje que hice, yo solo, a Hungría, a casa de una chica con la que me carteaba entonces. Algún día os contaré esa historia, una de las etapas más felices que recuerdo de mi juventud...

 

6 comentarios

coletas -

joooooooo que recuerdos!!! yo también fui a Paris con el insti y en bus!!! que pedazo viaje, se lo van a pasar genial. Yo este año, diez años después, vuelvo a ir...a ver como me lo encuentro!

Luna -

Prepárate para escuchar historias a su vuelta... Esos viajes son inolvidables, para mí lo son incluso ahora que voy como "responsable". Una experiencia, desde luego...

Un besote!!!

susana -

Veinte años cambian mucho. Todavía me acuerdo de cuando fui yo a Italia y en septiembre se va mi chico.
¿Cómo es que van los dos hermanos a la vez?. Un beso.

mikhon -

Mi viaje de fin de curso fue a Londres. Lo recuerdo con cariño y hay algunas anécdotas que aun me gusta recordar de vez en cuando.
Parece que fue ayer cuando en el colegio nos disfrazábamos en carnavales, poco después estaba matriculándome en la universidad y ahora estoy planeando mi boda... definitivamente el tiempo pasa demasiado rápido.

acoolgirl -

Vaya... seguro que se lo pasan genial!! es lo que dices, en esos viajes da igual donde vayas porque la ilusión lo impregna todo...

Y si, el tiempo pasa demasiado deprisa!!!

Un besoteee

Pikifiore -

Joo,qué recuerdos...Yo viajaba a pasar el verano a Francia a estudiar,iba con el colegi,en autobús,un trayecto de mas de 12 horas que pasaban entre risas y cantos.Recuerdo la mezcla de curiosidad y nervios como si fuera ayer.Hoy gracias a tu post,he vuelto a revivir aquellos momentos.Un besazo!