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Azahar y salitre

He vuelto.

Antes que nada, quiero pedir perdón a todos los que me leeis de vez en cuando, pues hace mucho que no aparezco por aquí, pero en modo alguno os he olvidado. Incluso, de vez en cuando he echado una miradita por vuestros blogs, pero no he comentado nada.

El motivo principal es estar afectado de una gran apatía, acrecentada desde que se me terminó la prestación por desempleo, y ver cómo, día a día, la búsqueda de trabajo sigue sin encontrar nada interesante, si es que alguna vez contactan los anunciantes a los que envío mi "Curriculum vitae", y éso que suelo hacerlo a aquellos anuncios en los que no veo ninguna condición restrictiva ni excluyente, y que además estén relacionados con alguno de los sectores en los que tengo experiencia de comercial.

Esa falta de éxito en la búsqueda ha terminado por provocar en mi unas enormes "ganas de no hacer nada", en lo referente a mis aficiones, y tener muy descuidada mi correspondencia y mis relaciones de Internet. Además, lo del reparto de flores, esa "chapucilla" que me sirve para ganar algún dinero con que compensar un poco mi maltrecha economía, hace que no tenga casi tiempo de hacer cosas que me gusten, pues no hay horario, ni una seguida más o menos rutinaria, pues lo mismo un día hago 10 ó 12 repartos, que la día siguiente sólo 2 ó 3, que se pueden dar a cualquier hora, por lo que es difícil programar mi tiempo, aparte de que con este calor, hay días en que llego a casa reventado, con ganas de ducharme, cenar algo ligero y relajarme en el sofá, con el aire acondicionado puesto...

He solicitado en el INEM esa "ayuda familiar" que dan a los parados que han agotado la prestación, y aunque la cantidad es irrisoria, menos da una piedra. Yo no quiero limosnas...¡¡Lo que quiero es trabajar!!

Mención aparte es el tema de la edad, pues parece que, a partir de ciertos años de vida, la fecha de nacimiento sea la fecha de caducidad. En el SERVEF me dijeron que, de acuerdo a las vigentes normas de Igualdad, si reciben un anuncio pidiendo un hombre, ellos envían candidatos masculinos y femeninos, lo cual me parece muy correcto, y fomenta la igualdad de oportunidades entre ambos sexos, pero respecto a la edad no hay nada escrito, de forma que, aunque sea de manera indirecta, se permite la discriminación por ese detalle (Por llamarlo de alguna forma), incluso para puestos de trabajo en los que no se requiere esfuerzo físico. Como dice un hermano mío, muy "fino" él (Y perdon por la expresión malsonante), es para "Ir a mear y no echar gota". Así va el país...

Como no todo han de ser ideas y pensamientos pesimistas, os comento que el pasado martes 24 mi hija cumplió 18 años. ¡¡Ya es mayor de edad!! y volví a recordar la calurosa noche en que vino al mundo, que parece que fué ayer. Y también volví a pensar en lo mucho que se parece a mi madre, y el trauma que para mi siempre ha sido el que abuela y nieta nunca hayan podido conocerse. Aunque, como me comentó una buena amiga que tengo en Chile, y que recientemente ha perdido a su padre (Con el trauma de que si alguna vez tiene hijos no puedan conocer a su abuelo), parece como si mi madre hubiera querido volver en parte a la vida, a través de mi hija, para que nunca la olvide y también, en cierto modo, estar conmigo.

El día del cumple de mi hija ella tuvo sus regalos, modestos dadas las circunstancias, pero no por ello dados con toda la ilusión: Unas sandalias de cuña (Que necesitaba), un cuadro de flores pintado por PIlar, mi mujer, una sortija de plata (De las llamadas "antiéstrés", que son una especie de doble alianza, que giran una dentro de la otra) y una de sus ilusiones más curiosas: Una rosa azul, que piensa desecar y guardar como recuerdo de su llegada a la mayoría de edad...

3 comentarios

Pikifiore -

Bienvenido de nuevo.Entendemos la situación,pero ante todo no te vengas abajo.No se gana nada con ello,sólo se pierde.Un beso

Fer -

Bienvenido de nuevo y felicidades para tu hija. Como dice Susana, hay que tratar de ver el lado positivo de las cosas, por mucho que veamos el camino cuesta arriba.
Y, por supuesto, no debes pedir perdón. Este espacio es tuyo y lo manejas como quieres. Comprendemos de sobra que no te apetezca escribir a veces (a mí me pasa lo mismo), pero seguiremos siendo "fieles".
Un abrazo.

Susana -

Cuánto me alegro de tenerte de vuelta. Es natural que te deprima esa situación, pero al menos tienes lo de las flores y no estás en casa encerrado. Hay que intentar ver el lado positivo... Felicidades para tu hija. Yo también tengo ya uno de dieciocho. Un beso.