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Azahar y salitre

La cultura del bar.

Nos guste o no, España es un país lleno de bares, y estoy seguro que, si nos diera por sumar el tiempo que más de uno pasa en ellos, saldría un buen número de años metidos en ese tipo de local/negocio.

Hay gente que tiene por costumbre el no desayunar en casa, prefieriendo hacerlo en un bar cercano al domicilio o al trabajo, lo que a veces permite entablar alguna pequeña conversación o tertulia con quien le atiende, o con otros parroquianos que han acudido al mismo establecimiento, a tomar alguna cosa, o hacer tiempo mientras se acude a trabajar, a algún tipo de cita, o simplemente a tomarse algún respiro en la rutina.

En la zona de Valencia, es muy fecuente el hacer un alto a media mañana, para almorzar, consistiendo ese refrigerio en un bocadillo + bebida + café (Ésto último que no falte, ya sea sólo, cortado o en forma de "carajillo"). Esta "actividad" sobre todo en muchos pueblos, paraliza trabajos y empresas durante una media hora, más o menos, lo cual sirve para descansar un ratito de las tensiones laborales. Je, je, je.

A veces, a la hora de comer, hay quien por comodidad, o por no perder tiempo en ir a casa para volver de nuevo al trabajo con el bocado en la boca, se queda a comer en algún bar, siendo frecuente el ver miles de ofertas de "Menú del día", que por la zona de Valencia las hay desde 7 u 8 euros en adelante.

En muchos casos, si siempre se acude a los mismos bares, y sobre todo si se hace durante bastante tiempo, se puede llegar a trabar cierta amistad con los dueños de los mismos, o con sus camareros, estableciéndose agradables conversaciones sobre temas concretos (Fútbol, política, caza, deportes en general, cine, etc.), aunque a veces degeneren en acaloradas discusiones, que al día siguiente se han olvidado.

Vivo en una barriada llena de bares, aunque como mucho frecuento 2 ó 3, a la hora de ir a tomar algún cortado, o una cervecita con tapa cuando termino la jornada (Si se ha dado bien), si me apetece y mi exiguo presupuesto me lo permite, ya que mi bolsillo, dada mi situación personal, no me deja tomarme demasiados lujos. Y siempre suelo tener alguna pequeña conversación con quien me atiende, pues ya son bastantes años viviendo en el barrio.

Sin embargo, con la crisis que hay, se está dando un curioso fenómeno: Gran cantidad de bares se ponen en traspaso, y al poco tiempo se lo quedan ciudadanos chinos. ¡Ojo! No tengo nada contra ellos, ni contra ningún extranjero que quiera ganarse la vida de una manera honrada. Es más, algunos de esos profesionales asiáticos suelen cocinar bastante bien, e incluso preparar cafés de forma más que aceptable, ya que gran parte de ellos suelen haber trabajado en restaurantes chinos, que hasta hace poco casi era la forma más normal de poder ver a orientales trabajando.

Pero, curiosamente, ya no es lo mismo, pues dada su diferencia lingüística y cultural con la nuestra, se echa de menos la posibilidad de entablar algún tipo de tertulia, que sirva de complemento a ese pequeño "alto en el camino" que hacemos para entrar en un bar, a reponer fuerzas.

 

2 comentarios

Pikifiore -

Mis mañanas no serían las mismas sin ese "break" a media mañana.Un besote

Susana -

Yo tampoco es que tenga nada contra los chinos en particular, pero el problema es que compran los locales al contado y por docenas. Es algo organizado. Llegará el momento en que acaparen el sector, como hicieron con las tiendas de ultramarinos; y eso deja a mucha gente sin trabajo. A mí también me gusta el café de media mañana. Un beso.