Un tesoro en los recuerdos.
Lo reconozco: Soy muy trastero, a veces para desesperación de mi mujer. Conservo infinidad de objetos sin valor, al menos aparente, pero que a mi me traen a la memoria gratos recuerdos, bien por parte de la persona que me lo dió, o bien por las circunstancias en que lo obtuve.
De vez en cuando, hago un poco de limpieza en mi armario trastero, y a veces la razón se impone a lo sentimental, haciendo que algunos de esos objetos acaben en la basura. Y es que esos recuerdos que nos traen, y que forman parte de nuestro patrimonio espiritual, no tienen precio, por ser además, en muchas ocasiones, incompartibles. Y es que todos tenemos rerecho a pequeños secretos...
Lo que más solemos guardar son aquellos objetos que nos obsequian en bodas, bautizos o comuniones, muchas veces objetos decorativos, o bagatelas que acaban en el fondo de algún cajón, olvidándonos de ellas hasta que, en un momento dado, nos aparecen ante nuestra vista. Entonces, dudamos de si tirarlos o no, decidiendo según el momento.
Pero otras veces, son cosas que nos traen a la mente algún momento vivido, generalmente en grata compañía: Un posavasos de algún bar o restaurante, un bilígrafo de propaganda que nos dieron en alguna feria, algún objeto comprado en un mercadillo, etc. También a veces nos aparece un objeto que nos obsequió alguien con quien vivimos alguna historia. Es curioso, ésto me trae a la memoria mi primer desengaño amoroso, que para mí fué bastante traumático, tal vez por ser el primero, o porque en la juventud se toman las cosas demasiado a la tremenda.
Recuerdo que, una vez que recuperé la calma, tras varios días comiéndome la cabeza, estuve todo un fin de semana deshaciéndome de cualquier cosa que me trajera recuerdos de ella, como queriendo borrar de mi existencia a alguien que me había causado mucho daño. Lo malo es que los recuerdos no se pueden borrar...
Este fin de semana, como no estoy con demasiadas ganas de salir, tal vez me meta a poner un poco de orden entre todos esos objetos, tesoros del pasado, cargados de recuerdos, a ver qué hago con ellos. Ya os contaré.
6 comentarios
Alba -
Un beso
estrella fugaz -
En fin, demasiados recuerdos, los que fueron felices porque lo fueron, y los que no porque pasarían.
Pikifiore -
susana -
Etiam -
Luna -
Un besito!