El teatro de la vida.
Cuando era pequeño, recuerdo que me gustaban mucho los espectáculos de títeres, pero sobre todo el guiñol y las marionetas, dos tipos de atracción infantil que hoy en día se prodigan poco, tal vez por las nuevas tecnologías y sus efectos especiales, cada vez más perfeccionados, y que se ven en cualquier momento a través de la pantalla de un televisor, o de un ordenador. Lo más curioso de ese tipo de títeres, es que solían acabar a garrotazos, sobre todo en el guiñol.
Era bastante habitual el poder disfrutar de esos espectáculos al aire libre, en los parques, sobre todo en época de buen tiempo. Hoy en día, creo que se celebra en Segovia, sobre el mes de Mayo, una curiosa feria llamada "Titirimundi", donde se puede ver ese tipo de arte escénico callejero. Si pudiera ir, creo que disfrutaría como un enano, tanto por la ingente cantidad de fotos que haría, como por el placer de volver a sentirme niño de nuevo...Lo malo es que, en las fechas que suele hacerse, no me viene muy bien acudir, sobre todo si se tiene en cuenta la distancia que hay desde Valencia.
Curiosamente, si nos fijamos bien, podemos apreciar que la vida es como un contínuo teatro, con una función inacabable, en la que somos los protagonistas. Es cierto que, tanto en el guiñol como en las marionetas de hilo, los muñecos son manipulados por un artista, que intenta transmitirnos un mensaje a travñes de la obra que representa, pero...¿Acaso no somos en la vida, muchas veces, nosotros los manipulados?
Habrá quien dirá que no, que el hombre es un ser libre por naturaleza, aunque por desgracia sujeto a unas normas, si quiere vivir dentro de una sociedad civilizada, pero...Yo creo que muchas veces somos nosotros los que nos manipulamos, siendo los hilos de nuestros sentimientos los que guían nuestros movimientos. ¿Es verdad o no?
Y es que, como dice un viejo proverbio: "El corazón tiene sus razones, que la Razón no comprende".
7 comentarios
Zeltia -
zeltia -
que el nuevo que entra lo llenes de vida
Zeltia -
Pikifiore -
zeltia -
por el azar,
por las circunstancias,
por los chantajes emocionales de quienes queremos,
por nuestros miedos y cobardías,
por nuestros propios autoengaños,
por el deseo de la satisfacción inmediata...
mira qué poco cuenta nuestra voluntad que ni en el nacimiento ni en nuestra muerte tiene nada que ver.
y deberías ir a ver las marionetas, te venga bien o mal.
acoolgirl -
Por aquí se hacen títeres de vez en cuando en parques y sitios así. Estoy segura de que en Valencia también se hacen... míralo.
Un besooo
Susana -