La ropa vieja.
Este pasado fin de semana, aunque finalmente no llovió, mi mujer dijo de ir sacando la ropa de invierno, pues las temperaturas habían bajado bastante, y no era cuestión de continuar de manga corta (Cosa casi habitual en estos últimos años hasta el 1 de Noviembre).
Y como cada vez que lo hacemos, siempre discutimos sobre ciertas prendas, que a mi me sigue gustando utilizar, pero que Pilar se queja de que están viejas y/o muy pasadas de moda, a pesar de que me gusta cuidar la ropa.
¿Por qué será que muchas veces solemos llevar más a gusto la ropa vieja? Es curioso, pero hay prendas a las que solemos coger cierto cariño, como si ya hubieran pasado a formar parte de nuestra existencia, o que tras ella se oculten algunos recuerdos.
Recuerdo particularmente una vieja cazadora, de tela vaquera, forrada de borreguillo sintético, que abrigaba mucho y con la que hice muchos viajes a zonas frías, tanto de España como del extranjero. Pues bien, al final me ha tocado claudicar y meterla en el saco de ropa vieja que llevamos a un contenedor donde se deposita para una ONG.
¿A alguien le ha sucedido alguna vez lo de encariñarse con la ropa vieja?
1 comentario
Su -
Ni de dárselo a mi prima pequeña, ni nada. No puedo.
Besos, y todavía no me olvidé de los enlaces ¿eh?