Contraste de sentimientos.
Ante todo, quiero agradeceros vuestros sinceros y cariñosos comentarios a mis post del viernes, cuando me encontraba algo sensible de espíritu, por el motivo que allí explicaba. Pero, por otra parte, la rueda de la Vida sigue con su imparable giro, y el sábado por la noche había quedado, a cenar, con los antiguos compañeros del curso de francés comercial, a los cuales hacía casi un año que no veía, pues si bien ya me habían citado para otras quedadas, por una u otra causa no había podido acudir, y no deseaba que pensaran que no quería relacionarme con ellos.
Y la verdad es que me llevé una gran alegría al verlos, y pasamos un buen rato cenando, en un restaurante de una zona de copas y tapas, por el viejo Mercado de Abastos, mientras recordábamos mil y una anécdota de aquel curso. Además, los dueños del bar-restaurante eran franceses, por lo que aprovechábamos, de vez en cuando, para conversas con ellos en su idioma, cosa que les alegraba y agradecían. De hecho, a los postres, nos invitaron a una copa, que compartieron con nosotros.
Me llamó la atención la gran cantidad de gente que iba por aquella zona, algunos muy trajeados, como si tras la cena fueran a ir a algún lugar de moda. Yo, como entre semana estoy esclavizado por la corbata, iba con unos vaqueros y un polo, aunque también cogí mi chaqueta tejana, pues refrescaba. Y el resto de los que habíamos quedado, también iban vestidos informalmente, que conste.
El local estaba de bote en bote, y menos mal que nos pudieron poner una mesa para los siete que éramos a cenar. Nos pedían perdón contínuamente por el retraso en servir, pero la verdad es que iban de cabeza. Y luego dicen que hay crisis, que no hay dinero, etc... Y los locales de copas llenos, como si de alguna manera el personal quisiera evadirse de las preocupaciones que ahora acechan a todos.Pero al menos lo pasamos agradablemente, que es lo que interesaba. Hemos quedado para otra vez, pero llevando a nuestras parejas (Quien tenga), y así seguir compartiendo el contacto y la amistad.
Tras la cena, querían ir de copas a otra zona, a la otra punta de Valencia, pero yo me excusé cortesmente, pues al día siguiente debía ir a Oropesa, a recoger a mi suegra, que ya se volvía a Valencia definitivamente, por lo que no podía ir. Había dejado el coche un poco lejos, pues en la zona en que cenamos,aparcar es complicado, y mientras iba paseando a por él, pasé por la puerta de un local que me trajo viejos recuerdos, pues solía ir allí con L***; de hecho, ella fué quien me lo dió a conocer. Se llama "Hawaika", y allí sirven cócteles exóticos (Con y sin alcohol, que conste), presentados en unos recipientes de cerámica de formas muy curiosas, que recuerdan paises tropicales. Incluso, en algunos de ellos, echan en un compartimento un líquido que exhala humo, dando al conjunto un cierto aire de hechizo.
Me vinieron a la mente mil y un recuerdos, de aquella época y con aquella persona con quien, en un momento dado de mi vida, me creé un espejismo de felicidad, sobre todo a base de alcohol y sexo, que me hacía olvidar anteriores desengaños...
Muchos sentimientos, diversos y a veces enfrentados, en pocos días. Así es la vida.
9 comentarios
Enigmática -
Besos,
Enigmática
acoolgirl -
Una agradable velada, siempre me ha gustado quedar con gente que veo poco.... siempre hay cosas de las que hablar, verdad??
Un besoteee
sega -
Un saludo.
Luna -
Me alegra que lo pasaras tan bien.
Un beso Manuel (ya has pensado qué regalarle a Pilar?)
Pikifiore -
Es normal lo que te pasó,en ocasiones yo paseo por calles o paso por locales que guardaron historia.Es inevitable.Un beso
susana -
Ezne -
Los recuerdos deberían ser un motivo de alegria, pues hemos vivido, y aunque sufrir forme parte de la vida, es bonito sentir que cada herida qeu llevamos es una muestra de que sentimos.
Un besito fuerte
Fer -
Un saludo.
Señor Oscuro -
Me alegro de que fuera agradable la quedada con tus colegas, a ver si la cosa se repite ;)
Un saludo desde Sevilla.