Blogia
Azahar y salitre

Soy parte de mi barrio.

Este mes de Junio se cumplirán 38 años en que me vine a vivir a la barriada en que resido. Fué consecuencia de mi matrimonio con Pilar, después  de unos tres años de noviazgo, dejando atrás una vida sentimental algo agitada, tal como conté en otros post hace unos cuantos años en este mismo blog.

En estos últimos años, concretamente desde Enero de 2016 hasta Junio de 2022 tuve ni negocio (Floristería) en la misma calle en que vivo, por lo que hoy en día, cuando salgo a la calle, me siguen saludando antiguos clientes y otros comerciantes de la barriada, ya que hice amistad con algunos de ellos. Me hice cargo de ese negocio a causa de no encontrar trabajo tras enviar montones de "curriculums" ofreciendo mis servicios como comercial en los diversos sectores donde tenía experiencia, pero al parecer en este país la fecha de nacimiento es la de caducidad a la hora de buscar empleo. Me surgió la oportunidad de quedarme ese negocio en traspaso, por jubilación de su anterior dueño, y la aproveché.

Durante todos estos años he ido viendo la forma en que ha habido cambios en mi barrio, especialmente en cómo se ha ido urbanizando, cómo se han construído edificios en los pocos solares que aún estaban libres y en cómo han ido apareciendo y desapareciendo diversos comercios y bares. 

No me quejo de la elección de barriada cuando Pilar y yo estuvimos buscando vivienda para casarnos, lo cual nos vino a costar casi dos años, hasta que encontré la ocasión con la que es nuestra casa. Está un poco a las afueras de Valencia, pero bien comunicada, pues hay tres líneas de autobuses que van al centro, tenemos colegio público (Al cual fueron mis dos hijos), hay bastante comercio y está a unos 800 m. de la salida hacia el "by pass", lo cual me venía muy bien cuando me dedicaba a viajar por mi trabajo de representante de comercio durante algunos años.

Ahora, como jubilado, me dedico a ver el barrio de una forma diferente, sobre todo cuando paseo con mi nieto.

0 comentarios