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Azahar y salitre

Piojos.

Pues sí, perece mentira, pero en estos tiempos en que se supone que la limpieza y la asepsia han de reinar por doquier, y que los controles sanitarios están a la orden del día, a veces se da el caso de la aparición de esos diminutos parásitos, que antiguamente eran huéspedes de personas poco amigas de la higiene.

Y todo viene a colación porque, la semana pasada, mi hija trajo a casa una nota del Instituto, en el que se advertía de ese riesgo, por haberse dado algunos casos entre alumnos del Centro. Y con lo aprensiva que es ella, le faltó tiempo para pedir una champú especial y una loción repelente en la farmacia, por si acaso...

Y la verdad es que me enfadé bastante, pues creo que en el Instituto, si se ha dado algún caso de ésos, aparte de avisar a los alumnos y sus familias, no estaría de más que hicieran una buena fumigación, pues se dice que esos animalitos, una vez que han aparecido, suelen elegir a personas limpias, y que una vez se instalan, su eliminación es más bien molesta, ya que hay que atacar incuso a sus huevos, que creo se llaman liendres. Y ahora digo yo: ¿No debría pasar un cargo al Centro, por su poca previsión? Porque lo que le compré a mi hija me costó más de 12 €, que creo no debería pagar yo.

En tiempos, tengo entendido que había una curiosa superstición hacia los piojos, pues se decía que su aparición era presagio de miserias y desastres. Y aunque ahora estemos pasando tiempos de crisis, no creo que tenga nada que ver...

Comentándolo mi mujer con una compañera de trabajo, a la que una vez también la avisaron de los mismo en el colegio de sus hijos, decía que un remedio casero contra ellos era el vinagre. Y a mi se me ocurrió decir: "Si no los mata, por lo menos les escocerán mucho los ojos, y lo pasarán fatal". ¡¡Y no veais las risas que mis palabras desataron!!

En mi caso, si me invadieran, creo que los pobre irían patinando como locos por mi cabeza, más bien"descapotable". Je, je, je.

 

Se terminó Febrero.

Bueno, por fin acaba un mes, tradicionalmente corto, pero que para mi ha sido muy intenso, especialmente por la cantidad de recuerdos, de diversa índole, que me han venido a la memoria. Pero la vida sigue, y no es cuestión de quedarse esperando a verlas venir, sobre todo en los duros tiempos que ahora corren...

La semana pasada estuve estudiando la posibilidad de quedarme un negocio en traspaso: Una casa de fotocopias. La dueña, que se jubila pronto, es una antigua vecina de la finca en que vivían mis padres, y me ofrecía buenas condiciones de traspaso, aparte de que el negocio está situado en un buen sitio, por su cercanía a diversos centros de estudios, pero... Cada mes, entre alquiler del local, electricidad, autónomos y papel, se me iban fijos unos 1.000 €. Si a éso añadimos los gastos de reparación y/o mantenimiento de las fotocopiadoras (Modelos algo anticuados, por otra parte), como mucho me podían quedar, limpios, unos 1.000 € mensuales. Pensé en poner algunas cosas más, aparte de las fotocopias, pero pared con pared al negocio había una papelería y una casa de serigrafías con las que había un "pacto de no competencia", y no era cuestión de entrar en guerra, sobre todo nada más empezar a funcionar.

El traspaso podría pagarlo si me acogiera al "pago único" de lo que me queda por cobrar del paro, si bien me tocaría empezar con los bolsillos casi vacíos, por lo que decidí que los números no me salían y...¡¡A seguir buscando!!

Espero que Marzo, mes en el que empieza la primavera, sea más propicio...

Un año más sin Carnaval de Venecia.

Nada, que no hay manera de que se cumpla una de mis más viejas ilusiones: Ir a ver el Carnaval de Venecia. Llevo años con ese proyecto en la cabeza, pero por una u otra causa, siempre me quedo sin poder ir. Este año, por casualidad, encontré una interesante oferta, saliendo desde Valencia, en autobús, en el que se podía ir por algo más de 350 €, en hotel con habitación y desayuno. Se la he pasado a una amiga de la familia, que sí que se ha apuntado, y que ya me contará si merece la pena, aunque la agencia que lo organiza es bastante seria.

No me asusta la paliza del viaje, pues se hacen paradas y me he acostumbrado a dormir de cualquier manera. Tampoco me asusta el que Italia sea un país más bien caro, pues ya tuve la experiencia en Roma, donde si sabías buscar, y chapurreando un poco el italiano, se puede encontrar bastantes sitios donde comer y/o hacer compras a un precio razonable. Pero, por desgracia, me enteré demasiado tarde, y me ha pillado con el bolsillo algo "tieso". Ahora que lo sé, iré ahorrando poco a poco, a lo largo del año, a ver si el que viene puedo cumplir por fin mi gran sueño frustrado.

Mi mujer no es demasiado amante de esa fiesta, por lo que no sé si haré solo ese viaje, aunque mi hija es de las que se apunta a un bombardeo, y también tiene ilusión de conocer Venecia. Mi hijo dice, que como no es un viaje en avión, a lo mejor se anima y también viene. Después del viaje que hizo el año pasado a París, y de ver un poco de mundo, parece que se va animando..

Ya les he dicho que vayan ahorrando, pues no es lo mismo viajar uno que tres, y en mi actual situación, no puedo hacer milagros con los ahorros. A ver si encuentro pronto algo de faena, aunque sea una "chapucilla" de relleno a lo que ahora estoy cobrando. Me gustaría encontrar un trabajo bien pagado y seguro, pero me temo que, hoy por hoy, es como"Pedir peras al olmo".

Buen finde a todas/os.

Y la vida sigue...

Tras una semana emocionalmente cargada, debido en gran parte a recuerdos y aniversarios, llega de nuevo el momento de volver a la realidad, pues la rueda de la Vida prosigue con su imparable giro.

San Valentín lo celebramos en casa, toda la familia, cenando este año a base de menú latino. Yo compré un pollo asado, a la parrilla sobre carbón vegetal, al estilo argentino, en un asador que hay cerca de casa, y que debo decir que estaba muy bueno, ya que elaborado así queda muy jugoso. Lo acompañé de unas patatas asadas también de la misma forma. Y, además, encargué a una vecina (Pagándola, por supuesto) una empanada criolla por la que casi nos peleamos todos durante la cena, de exquisita que estaba. A los postres, junto con el tradicional pastel en forma de corazón, nos dimos los regalos. Yo le había llevado a Pilar un ramo de rosas rojas cuando fuí a buscarla al trabajo, pero le había reservado los pendientes para la hora de cenar, y le gustaron mucho. Ella me regaló un de esas pulseras masculinas, de acero, muy bonita y elegante. Un San Valentín más, esperando poder disfrutar de muchos otros...

Y, ya de vuelta a la rutina habitual, ayer tuve una nueva entrevista de trabajo, de comercial para una casa de colchones de alta gama, que incluso se anuncia en muchos medios de comunicación. Las condiciones, tan mezquinas y leoninas como siempre que se ofecen en modalidad de "autónomo", por lo que decidí rechazarla. Tal como les dije, para lo que me ofrecen, me quedo en casa sin salir y gano dinero, al menos por ahora, cobrando del paro. Continúa la búsqueda.

Hoy, por otra parte, tenía que ir a "fichar" al INEM, dándome cuenta de lo rápido que han transcurrido los tres primeros meses desde que volví a quedar cesante. Ya que estaba por allí, he preguntado por cursos, y me han dicho que están empezando a aparecer ahora, que no había casi nada enfocado a comerciales y, que si no encuentro, que vaya pasando cada quince días, desde Marzo a Octubre. Desde luego, entusiasmo y esperanzas no ponen muchas...

 

 

San Valentín.

Hay quien dice que esta festividad es un invento mercantilista, en el que sólo se busca qe la gente gaste en regalos, con el pretexto de una festividad religiosa, en la que un santo, en época de dominación pagana, se dedicaba a casar parejas de novios, bajo el rito cristiano.

Sin embargo, para mi siempre ha tenido una significación muy especial, a pesar de que de más joven tuve una vida sentimental bastante agitada, a causa de amores no correspondidos. En esa fecha, siempre hice algún presente, con toda la ilusión del mundo, con la sola esperanza de ver un poco de felicidad, aunque sólo fuera unos instantes, en la cara de la persona que recibía mi regalo.

En dos ocasiones, sin embargo, el recuerdo de aquel momento me trae a la memoria alguna pizca de amargura. Una vez fué con S***, a la que le regalé un pañuelo de seda, tres días después de haber fallecido mi madre, con el corazón todavía encogido por la pena. Pero se lo había comprado un par de semanas antes, y tuve que hacer acopio de fuerza para dárselo...

En otra ocasión, con L***, cuando le dí el obsequio, me contestó:"Con regalos nunca podrás comprar el amor de una persona". Aquello desencadenó una monumental bronca, de las seis o siete que tuvimos en los dos años que duró nuestra relación, y a los pocos días hubo reconciliación que, como siempre, culminaba en una intensa noche a tope de alcohol y sexo...

Con Pilar, en cambio, todo fué diferente, pues fué un 14 de Febrero cuando le pedí formalmente de salir, siendo el preludio de tres años de noviazgo, que finalmente acabó en boda. A pesar de que, como buenos valencianos, solemos celebrar la festividad de "Sant Donís" y la "mocadorá" (Ya comenté esa costumbre en un post el pasado Octubre), nunca olvido la fiesta del 14 de Febrero, por lo entrañablemente intensa que siempre ha sido para mi.

Este año le he comprado unos pendientes, del estilo que a ella le gustan (Muy duro sería que no supiera, después de tantos años, qué cosas son las que le agradan), y seguramente, cuando vaya a recogerla al trabajo este mediodía, le lleve un ramo de rosas rojas. Ya os contaré.

Y ya me direis vosotros si os regalaron algo...

 

Otro año más sin ti.

No puedo remediarlo, pero cada vez que llega el 11 de Febrero, lo recuerdo como una de las fechas más tristes y fatídicas de mi vida, pues fué cuando te fuiste para siempre, dejándome destrozado moralmente, y con el alma llena de pena, mientras me preguntaba una y otra vez: ¿Por qué?

Fué una semana muy dura, mientras aguardaba a ver si salías del coma, tra sufrir una hemorragia cerebral, tan repentia como fatal. Los médicos, desde un primer momento decían que no había posibilidades, pero todos en casa nos aferrábamos al "Mientras hay vida, hay esperanza". Desgraciadamente, se cumplieron los pronósticos más negativos, y nos dejaste para siempre. Y, para mi, lo hiciste en un momento de mi vida en que, tal vez, más necesitaba de tu consejo, pues creía ya estabilizada mi vida sentimental, tras haber sufrido más de un desengaño. Después, durante el entierro, es cierto que S*** no se separó de mi lado, apoyádome en tan dolorosos momentos. Y creo que es lo único que podré agradecerle en esta vida, ya que después jugó a placer con mis sentimientos.

Nuevamente me he vuelto a preguntar cómo sería hoy tu aspecto, pues la última imagen tuya es la de una mujer todavía joven, ya que te fuiste con 54 años. Hoy, posiblemente, serías una venerable ancianita, que disfrutaría de tus nietos. Y es que, cada vez que veo a mis hijos, me viene tu recuerdo a la memoria. Mi hijo se llama igual que tu padre (Manuel-Juan de Dios), al que nunca conocí, y del que tantas cosas suyas me decías. Y mi hija es tu vivo retrato en tu época adolescente...

Hoy iré a visitarte, y otra vez pondré unas flores de las que te gustaban (Margaritas combinadas con claveles rojos), mientras, impotente, volveré a estar ante la negra lápida que nos separa. Como siempre, iré solo, pues lo que siento es tan íntimo que no quiero compartirlo con nadie.

Siempre pensaste demasiado en los demás, para ser nunca olvidada. Te quiero, mamá.

De nuevo por aquí.

Disculpad si he estado tanto tiempo sin dejarme ver, pero he de decir que no estaba de ánimos, tal vez por la obsesión, cada vez mayor, en encontrar trabajo. Me decía mi mujer, hace unos días, que la otra vez que estuve desempleado, unos siete meses, no me lo tomé tan mal, que incluso estaba más relajado. Pero es que ahora resulta que todo pinta tan negro, al menos por lo que dicen las noticias, que cada vez me desanima más el no encontrar nada decente.

En mi último post decía que llevaba mes y medio sin ponerme corbata. Pues bien, después he tenido tres entrevistas en diez días, pero lo que me han ofrecido no era nada interesante, cuando no auténtica basura o alguna proposición "engañabobos".

La primera era de una empresa en que, aprovechando que se va a liberalizar el mercado eléctrico, el trabajo consistía en ir por las casas, trabajando a "puerta fría" para ofrecer los servicios de una determinada empresa del sector, con un descuento añadido en la factura del gas, si se usaba también esa energía. Tipo de contrato: Mercantil, es decir autónomo, a "obra y servicio". Resumiendo: Que se acababa el trabajo en la zona correspondiente, y se acababa el contrato. Logicamente, les dije amablemente que no, pues no estoy dispuesto a ofrecer mi pellejo, mi coche y los casi 250 € mensuales que cuesta la seguridad social de autónomo, a cambio de cobrar cuando se haga alguna operación.

La segunda era de una empresa, fabricante de canalones de aluminio, para ir visitando también a "puerta fría" chalets de urbanizaciones y casas de pueblo, en zona que se adjudicaba a cada comercial, para ofrecerlos a aquellas viviendas que no lo tuvieran instalado. Había que hacer un croquis a ojo de la faena a realizar, calcular el presupuesto y, tras llamar al timbre, darlo en mano al propietario o, si no estaba, dejarlo en el buzón. El contrato era de "régimen especial de representante", es decir, que el sueldo era la comisión por cada venta, y ellos pagaban la seguridad social. Pero había que cumplir un mínimo de metros vendidos al mes, y si no se cubría, no se cobraba nada, aunque se pagaban gastos de combustible y comidas (Contra entrega de facturas). Tras estar un día con ellos, ví que lo que pedían era imposible de lograr, y no estaba dispuesto a que las ventas que no llegaran al mínimo se las tirasen al bolsillo, mientras yo pasaba "mano por pared".

La tercera, en el fondo, no estaba mal, pues era para una academia muy conocida en enseñanza a distancia, que ahora se ha metido en el tema de oposiciones. Ya tuve una entrevista con ellos a primeros de Diciembre, y me habían vuelto a llamar, lo que en principio interpreté como buena señal. Pero resulta que, así como la otra vez la oferta era para trabajar sin salir de Valencia capital, ahora era para Castellón, pero con las mismas condiciones económicas, sin tener en cuenta que en mi caso yo iba a tener unos gastos que no tendrían los que trabajan Valencia. Les dije que, o ajustaban las condiciones teniendo en cuenta mis gastos, o que se buscaran a alguien de Castellón, donde, por cierto, no tienen sucursal. Aún estoy esperando que contesten...

Es curioso, y al mismo tiempo triste, el ver cómo hay gente que se aprovecha de la necesidad de trabajo ajena, para intentar sacar un provecho ilícito, cargándose cualquier sentimiento ético, en lugar de ser mínimamente recto o solidario en estos tiempos duros . Y lo malo es que no hay nadie que vele por los intereses de quien menos favorecido está, para evitar casos de explotación pura y dura. Pero mientras haya gente que trague, y con tal de llevar algo de dinero a casa, deje que abusen de él, creo que el problema va para largo. Yo, por ahora, no es que vaya muy desahogado, pero no apurado, por lo que me toca seguir buscando, mientras voy cobrando del paro.

Lo malo es que ahora, para un puesto que se ofrece, si antes se presentaban cincuenta, ahora se presentan doscientos, por lo que la lucha ha de ser más dura por lograrlo. Pero lo duro es cuando ni siquiera te llaman para darte una oportunidad, tras presentar un curriculum que, en principio, parece plenamente adecuado al puesto que se oferta.

Cambiando de tema, ayer por la tarde fuí por el centro, a hacer unas gestiones y, de paso, ver algo para San Valentín, pues ya sabeis el significado tan entrañable que tiene para mi esa festividad con Pilar. Ví en una joyería unos pendientes muy finos y elegantes (Nada aparatosos, que conste), y al ver que el precio era razonable, los compré, no fuese que por pensármelo se los llevara otro. Y es que, por muy mal que vayan las cosas, una festividad así hay que cumplirla mínimamente, aunque sea con un modesto detalle. Quedar bien cuesta muy poco, sobre todo si se pone ilusión en el regalo.

Mes y medio sin corbata.

Hoy he ido a una entrevista de trabajo, aunque lo que me han ofrecido a sido una auténtica basura que, con toda educación , me he permitido rechazar, pues por ahora no estoy tan desesperado, ya que me queda como año y medio de prestación por desempleo, y aunque muchas veces se me venga la casa encima, echando de menos la dinámica de mi trabajo en la calle, no soy tan tonto de coger un empleo en el que gane menos que lo que ahora estoy cobrando, y que me he estado currando durante años, tras haber cotizado religiosamente.

Cuando me vestía esta mañana, arreglándome bien para causar buena impresión (Muy importante cuando se va a una entrevista de trabajo), he caido en la cuenta de que hacía como mes y medio que no me ponía la corbata. Cuando me quedé sin trabajo, a primeros de Noviembre, en un mes tuve tres entrevistas, y de hecho en una de ellas me seleccionaron para trabajar, aunque después ví que aquella ocupación era un mal rollo, por lo mal planteado que estaba el trabajo. Y desde primeros de Diciembre, en que tuve la última entrevista, hasta hoy no había vuelto a tener una nueva oportunidad. Hace tiempo escribí un post titulado "La esclavitud de la corbata", en el que hablaba de lo indispensable que se ha vuelto su uso en mi profesión de comercial, sobre todo si la empresa quiere dar buena imagen. Y, parece mentira, a pesar de la obligación de tan masculina y engorrosa prenda, pero ahora la estoy echando de menos...

La búsqueda de empleo continúa, y muchas veces te come la moral el ver que mandas el curriculum a una oferta en la que no se ve ninguna claúsula restricitiva (Edad, preparación concreta, sexo, etc.), para ver después entre impotente y cabreado cómo, sin la oportunidad de una entrevista previa ves tu solicitud rechazada o, simplemente, jamás recibes contestación.

Y lo malo es que, es estos duros tiempos que corren, en que para un puesto de trabajo que se oferta, se presentan un montón de candidatos, has de pelear más que nunca por él, ya que no se sabe cuándo habrá una nueva oportunidad. Pero si no te dan la ocasión de defender tu candidatura en una entrevista personal, difícil está el panorama...

Habrá que seguir teniendo paciencia, y continuar buscando sin perder la esperanza.

Hecho polvo, pero entretenido y satisfecho.

Siempre me han gustado los libros, así como guardar pequeños objetos que tienen su pequeña historia, y que a veces nos puedan parecer un trasto inútil, pero que para nosotros es como si fuera un pequeño tesoro, pues nos recuerda un momento vivido que jamás volverá, dado que el tiempo jamás retrocede, salvo en nuestra imaginación. Siempre he dicho que lo más valioso que hay es el tiempo, pues con todo el oro del mundo no se podría lograr que retrocediera ni un segundo...

El caso es que teníamos un armario lleno de libros, muchos de ellos guardados en cajas, así como otros objetos: Cintas de video, cassetes, carpetas con documentos ya desfasados, cajas con fotografías de muchas épocas y otros cachivaches por el estilo. Tras mucho hablarlo, al final decidimos poner unas estanterías en su interior, para sí poder disponer de los libros que nos pudieran hacer falta (Más que nada pensando en los niños (?), que ahora suelen consultar bastantes cosas, aparte de que a mi hija y a mi nos encanta leer), y de paso hacer algo de limpieza y deshacernos de cosas que, finalmente, hemos considerado de total inutilidad.

Lo que parecía una empresa fácil, nos ha llevado prácticamente dos días, incluyendo el ir a comprar los materiales, tras tomar las medidas pertinentes. Pero claro, después había que moverse dentro del armario, cuyas paredes, que parecían perfectamente verticales, eran un compendio de total irregularidad en su trazado.

Mi hijo y yo fuimos a unos grandes almacenes, especializados en bricolage para toda la casa, y compramos unas tablas de pino macizo que estaban de oferta, bien pulidas y acabadas. Además, como llevaba las medidas que había tomado, me las recortaron sin cargo al tamaño que deseaba, sin cargo, y me llevé los trozos que sobraron, pues alguna utilidad les podré dar.

Una vez en casa, empezó la odisea: De entrada, estaban muy justas y apenas se las podía acoplar, por lo que me tocó ir a una carpintaría en mi barrio, en donde me las ajustaron de tamaño; eso sí, pagando por los cortes. Después, para terminar de retocarlas por mi cuenta (Las esquinas había que redondearlas, así como rebajar un poco algunos bordes) utilicé una sierra de calar eléctrica que tengo, pero el pino macizo, sobre todo cuando tiene nudos, es algo muy duro de cortar, por lo que casi sudaba tinta china cuando estaba en la faena. Total, que me tocó ir a la ferretería que hay al lado de casa y comprar unas hojas especiales para madera dura...

¡¡MIlagro!! ¡¡La madera se dejaba trabajar!! Me daba la impresión de que estaba cortando mantequilla, tal era la suavidad con que ahora corría la hoja. Pero aún quedaba lo más complicado: Colocar las baldas en el interior del armario, de tal forma que quedaran niveladas, para lo cual sí que necesitaba ayuda, que fuera moviendo las tablas poco a poco, mientras verificaba su horizontalidad con el nivel. Lo que menos costó después, una vez marcadas las posiciones, fué hacer los agujeros, poner los tacos y montar las escuadras de soporte, pues inmediatamente se instalaron las tablas y...¡¡Listo el armario!!

Y después...¡¡La faena de ir vaciando cajas, e ir dando destino a sus contenidos!! Había que ir haciendo todo aquello sin prisa, pero sin pausa, aunque con tanto ir cogiendo cosas de una caja en el suelo, ponerlo encima de la mesa, e ir llevándolo al armario, finalmente no sabía si mi espalda era mía o del vecino del tercero. Pillé una sudada de aquí te espero, que cuando se enfrió, tras descanasar un rato y cenar, se tradujo en unos dolores musculares que apenas me dejaban levantarme de la silla. Total que me acosté, todo dolorido y con una sensación de frío en la cama muy desagradable. Menos mal que me dormí pronto.

Y hoy, toda la mañana completando la faena de ir guardando y/o tirando cosas, algunas de las cuales he tenido que echar a la basura con cierta pena, pero consciente de que ya no me iban a ser de utilidad. Cuando, después de comer, he visto toda la obra que habíamos hecho, casi no me lo creía. Lo malo va a ser ahora aprender la nueva organización del armario, que ha quedado impecable. Haciendo números, los materiales me han costado un total de unos 60 € aproximadamente. ¿Os imaginais lo que me habría costado si me lo hubieran tenido que hacer? Es cierto que no tengo en cuenta lo que pudiera valer mi tiempo, pero la satisfacción de un trabajo casero hecho por mi mismo y que ha quedado bien es impagable...

Martes y 13...¡¡Lagarto, lagarto!!

En honor a la verdad, desconozco el por qué del mal "fario" que tiene aquí este día (Además de en Grecia y México, pues en casi todo el mundo es el viernes y 13 el día de la mala suerte). se dice lo del 13 porque en la ültima Cena de Jesucristo, eran 13 a la mesa, y uno de ellos murió al poco...

Hoy se dice que hay que tener mucho cuidado con ver un gato negro (Con lo majos que son), con pasar por debajo de una escalera, con cruzarse con un tuerto, etc. Y hay que decir que determinadas supersticiones tienen su explicación. Por ejemplo: Se dice que trae mala suerte encender tres cigarros con la misma cerilla, aunque éso viene de cierta guerra en que, de noche, al encender los cigarrillos, el enemigo se fijaba en el primero, apuntaba en el segundo y disparaba al tercero. Por tanto, creo que hay cierta justificación...

También hay quien dice que es de mal agüero el poner la cama, en una habitación, con los piés apuntando hacia la puerta, pues cuando alguien muere sale "con los piés por delante".

Existen miles de manías (Y todos creo que tenemos alguna), que no tienen cura por parte de los médicos, y que más bien son fruto de ciertas creencias populares, no demasiado justificadas. Curiosamente, también hay gente que, cuando juega a la lotería, gusta de hacerlo al 13. ¿Morbo? ¿Tentar al Destino? Vaya uno a saber...

¿Teneis vosotros alguna manía en concreto? Ya me contareis...

Yo no soy supersticioso...¡¡Porque trae mala suerte!!!

Vuelta a la normalidad (O al menos, éso espero).

Bueno, ya han pasado las fiestas de Navidad y Reyes. Os aseguro que tenía unas enormes ganas de que todo volviera a su cauce, y empezaba a estar harto de tanta fiesta, comilonas y compromisos sociales/familiares diversos. Y puedo decir que he pasado momentos de bajón bastante chungos. Sin ir más lejos, la víspera de Reyes me encontraba fatal de ánimos. Tanto es así, que tras salir pronto de casa a comprar un par de cosas, cuando volví estaba totalmente abatido. De hecho, a la hora de comer me metí en la cama y le dije a Pilar que ya me leveantaría a comer cuando me encontrase mejor. Dí un par de cabezaditas y me levanté sobre las 4, más relajado, aunque sin ánimos de salir ni nada.

Creo que ha sido la primera vez, en bastantes años, que no hemos salido mi mujer y yo a ver el ambiente de la noche de Reyes, que solía acabar tomando chocolate con buñuelos en una vieja horchatería del centro. Estuvimos hasta bastante tarde empaquetando regalos, tras mandar a nuestros hijos a sus respectivos cuartos, pues si bien ya son mayores, en el fondo nos gusta mantener ese espíritu del regalo/sorpresa para Reyes.Lógicamente, tanto lo que PIlar tenía para mi, como lo que yo le había comprado, también lo envolvimos secretamente...

Y por la mañana nos levantamos a ver qué nos habían dejado. Lógicamente, lo mejor ha sido para los niños (?) de la casa, pero este año, con lo de la reducción de gastos y mi actual situación, hemos procurado no gastar mucho. No lo creereis, pero sabiendo moverse por los mercadillos, se pueden encontrar buenas cosas a precios muy asequibles, sin tener que gastar esas enormes cantidades de las que tanto alardean algunos.

A mi, como siempre, cosas prácticas: Un batín para estar por casa, bien abrigado, unas zapatillas (Las que tenía estaban pidiendo a gritos la jubilación) y, como regalo simpático, una dentadura de juguete, a cuerda, que cuando la dejas sobre la mesas se pone a reir/castañear sola. A mi mujer le compré uno de esos colgantes "llamador de ángeles" y una "fondue" eléctrica, especial para fundir chocolate y preparar bombones.

Y ahora, de vuelta a la normalidad, aparte de seguir con la búsqueda de empleo, me he planteado el ponerme de nuevo a dieta, pues en los últimos meses había vuelto a ganar peso, y no me gusta estar así, cuestiones de salud aparte. Tenía a mano una fotocopia de un régimen de 1.500 calorías, que me mandó el médico hace un par de años, y que me fué muy bien, y ya he empezado a hacerlo.

A ver si hay suerte, y a pesar de los negros presagios que no paran de difundir los medios de comunicación, se van encauzando las cosas.

¿Os han dejado muchas cosas los Reyes? Ya me contareis.

Balance anual.

Bueno, ahora que acaba de empezar un nuevo año, creo que es momento de echar una breve mirada atrás, y analizar el que acaba de terminar, intentando hacer balance del mismo, y de paso, con permiso de las circunstancias algo negativas que ahora nos rondan en lo económico, intentar hacer planes para que este 2009 sea mejor en todo.

La verdad es que debo reconocer que ha habido de todo, aunque actualmente mi situación no sea muy buena, pues estar en paro no creo que le haga gracia a nadie. Es cierto que estoy cobrando una prestación aceptable, y que de hambre no nos vamos a morir nadie en casa, pero siempre hay gastos diversos, sobre todo cuando hay dos hijos en edad adolescente y estudiando, por lo que cada día que va pasando se va anhelando el encontrar una nueva ocupación, que al menos durante un tiempo dé cierta tranquilidad en lo económico. Lo ideal es que ese puesto de trabajo sea lo más estable y duradero posible, pero en los tiempos que corren, es como "pedir peras al olmo".

Yo llevo unos cuantos días en que, a ratos, me entra una gran dosis de pesimismo, que se acentúa ante el ambiente festivo que se intenta vivir, o hacer vivir, por las calles y en los medios de comunicación. Hay momentos en que desearía meterme en la cama, dormirme, y despertar cuando todas estas fiestas hayan pasado... De hecho, el día 1, que era mi santo, no tenía ganas de hacer absolutamente nada. Era uno de esos momentos en que lo mismo me daba 8 que 80, y que lo único que deseaba era estar tranquilo. Nos habíamos levantado muy tarde (De hecho, mis hijos volvieron a casa cerca de las 8 de la mañana, tras pasárselo bomba en Nochevieja), y comimos las sobras de la cena de Nochevieja (En la que todo estaba muy bueno, todo hay que decirlo). No vino nadie a casa a felicitarme, lo cual en el fondo agradecí, aunque sí que hubo algunas llamadas telefónicas y unos SMS al móvil. Por mi parte, sólo me permití llamar para felicitar el año a mi "asignatura pendiente", que se alegró mucho.

En cuanto a lo positivo del año pasado, algo impagable y que me llenó mucho mientras lo viví: El viaje a Roma con mi hija, y mi felicidad al ver lo mucho que disfrutó, contemplando todo aquello con sus ojos quinceañeros e ilusionados...

Y, respecto a mis planes más imediatos y prioritarios, a pesar de lo mal que está todo, y de las muchas frustraciones que se sienten a ver rechazada mi solicitud una y otra vez, seguir con la búsqueda de trabajo...

Feliz año y mis mejores deseos a todos.

Mayor de edad.

Parece que fué ayer cuando nació Manu, mi hijo, y hoy se cumplen 18 años de aquel suceso. Ya es mayor de edad...

Recuerdo que el parto fué muy largo, que hacía mucho frío y que, de resultas de aquello, con tantas entradas y salidas al hospital, más casi un paquete de tabaco que me fumé (Entonces fumaba, aunque poco), agarré una faringitis que casi me duró hasta la primavera. Pero todo son meros detalles anecdóticos de aquel día, en que gracias a Manu me convertí en padre.

Ayer, casualmente, fuimos al centro, paseando, a comprar unas cosas, entre las que se encontraba su primera corbata. Se va con su hermana, una amiga del Instituto y sus padres a comerse las uvas y celebrar el cotillón a un hotel mañana, y le he dado un traje mío, un Massimo Dutti,  que se me ha quedado estrecho, y qe sólo lo he usado cuatro días (Fué obsequio de una empresa en que trabajé, y que nos dieron a los empleados para acudir a la Feria, tras la cual ya no me lo volví a poner). Pero quería que, por lo menos, estrenara una buena corbata con ese traje. Si hago fotos, cuando vayan a salir de casa para irse a la fiesta, ya os mandaré.Cuando volvimos a casa, se lo probó todo y debo decir que estaba imponente, hecho todo un hombre. Pero después salió mi hija, probándose el traje largo, con zapatos de charol negros, que Pilar le ha dado, y ante ellos dos juntos, se me pusieron los pelos de punta...

Medio en broma, medio en serio, le dije a mi mujer: "Me voy a la residencia de 3ª edad". Y es que hay que reconocer lo rápido que ha ido pasando el tiempo. Como decía mi abuela: "Al tiempo no lo atrapa un galgo."

Hoy cenaremos algo especial, en su honor (Aún no sé qué), y después se soplarán las reglamentarias velas., deseándole lo mejor para esta nueva etapa de su vida que ahora empieza.

Feliz cumpleaños, Manu. Felicidades, hijo mío.

 

Las "recomendaciones."

Yo creía que era un pequeño mal propio de épocas pasadas, cuando había ciertos niveles altos de "caciquismo" y "pelotilleo" muy arraigado en la sociedad, pero por desgracia veo que sigue muy vigente hoy en día, perjudicando a la larga la calidad de vida de muchos, el nivel de ciertos valores humanos y que la gente, al final, esté tan desengañada de todo, que finalmente opte por el tan socorrido: "Hacer lo que te hacen no es pecado". Y después pasa lo que pasa...

A título anecdótico, recuerdo hace ya muchos años, en plena época de lo que ahora se ha dado por llamar la "Transición", en que una pareja entrañable de cómicos, Tip y Coll, ambos ya fallecidos, escenificaron una curiosa historieta en T.V., que dió mucho que hablar:

Figuraba que Coll iba a pedirle trabajo a Tip, que le preguntaba:

-"¿Qué sabe usted hacer?"

-"Nada" - respondía Coll.

-"Bueno, no es gran cosa, pero viene usted muy bien recomendado."

A continuación, Tip empezaba a enumerarle al otro una serie de puestos de trabajo interesantes (Curiosamente, relacionados con la Administración Pública), y Coll le iba respondiendo sistemáticamente: "Hombre, depende del sueldo, los horarios, las vacaciones, los "pluses", etc."

Entonces, se abrió la puerta y entró en la habitación un burro. Sí, un burro de cuatro patas y dos enormes orejas. Tip se levantaba y, haciéndole un sinfín de reverencias, lo pasaba a un despacho adjunto. Coll, extrañado, le preguntó: "¿Ése quién es?", y Tip le contestó: "¡El jefe!"

Lo representado dió mucho que hablar, sobre todo teniendo en cuenta que, en esa época, aún existía cierta censura en los medios de comunicación, sobre todo en los televisivos, pero creo que puso el dedo en la llaga de un mal que hoy sigue existiendo.

Y todo éso lo cuento porque, en mis diversas etapas que he tenido en la vida, en las que me he visto buscando trabajo, me he encontrado muchas veces, tras haber tenido una entrevista personal, que al recibir la repuesta (Cuando me la han dado, que no siempre es así), que me hayan dicho: "Nos gustó mucho su perfil, pero finalmente nos hemos decantado por otra persona que nos venía muy recomendada". ¡¡Auténtico!!

Incluso, en una web que hay para búsqueda de empleo, existe un apartado para incluir recomendaciones en el "curriculum". Lo malo es que ese portal es de los pocos que funcionan bien para el tema de encontrar trabajo, o por lo menos contactos al respecto, así que, por un lado, no me queda más remedio que seguir urilizándolo, y por otro, me da pena que una web que me consta es seria, haya tenido que asumir el uso de tan despreciable costumbre.

Decididamente, con cosas así, este país no tiene apaño...

Buen finde a todas/os.

 

Estadística aplicada.

Desde luego, hay algunos profesores que piden cosas rarísimas a sus alumnos. Menos mal que yo soy "gato viejo" y puedo echar una mano a mis hijos cuando no se aclaran con lo que solicitan que hagan para clase.

La semana pasada, me viene mi hija y me dice que su profesor de Matemáticas les había pedido un curioso trabajo de "Estadística aplicada", consistente en saber el número de contenedores, en zonas concretas de barriadas que había alrededor del Instituto, que adjudicaba a cada alumno, clasificándolos por modelos. Casualmente, a mi hija le dió el plano del terreno por el que debía moverse, resultando que le asignó la barriada en que vivimos y de un pequeño polígono industrial que hay junto a la misma, separado por una anchísima avenida. Y les había dicho que el trabajo era muy importante para sacar buena calificación total en las notas trimestrales...

Total, que como llevo ya bastantes años viviendo en mi barrio, y lo conozco casi como la palma de mi mano, preparamos el plan a realizar: Le dije que preparase una "plantilla", marcando en un folio apaisado los tipos de contenedores que hay : Resíduos urbanos (Orgánicos), plásticos, cartonajes/papel, vidrio y ropa/calzado, es decir: 5 en total.

A continuación, cogimos el coche y fuimos "peinando" una por una, en recorridos cruzados, todas las calles de la barriada, diciendo cada vez que veíamos uno, el tipo de contenedor que era, marcando con una rayita en la linea correspondiente, sumándolas todas, por tipologías, al completar el recorrido (La "cuenta de la vieja", aunque simplona, nunca falla)-

Depués, hicimos lo mismo con la zona del polígono industrial, aunque allí fué mucho más rápido, pues los edificios no eran muchos, aunque sí grandes naves industriales. Además, en un extremo del polígono hay un "eco-parque", al cual llevan las empresas lo reciclable, por lo que tampoco había mucho que ir contando.

Mi hija alucinaba, pues el trabajo le parecía una empresa casi imposible y pesadísima de realizar, que llevamos a cabo en poco más de una hora, con unos resultados tan concretos que el profesor la felicitó. Me decía que, en principio, temía que no cuadrasen las cuentas con lo que su profe le había dicho, a lo cual le contesté: "Si dice éso, le dices que vaya él a comprobarlo". También tuvo suerte en que en la zona asignada sólo la había mandado a ella, mientras que a otros sectores había enviado a varios a hacer lo mismo. El follón vino cuando no les cuadraban las cuentas a todos...

En resumen, que en el fondo vino bien que yo me encuentre en paro, ya que pude echarle una mano que la ayudó a conseguir el éxito en su trabajo, junto con puntos positivos para la nota trimestral. Y es que los refranes son muy sabios, sobre todo el que reza:"No hay mal que por bien no venga".

Gatos vagabundos.

Siempre me han gustado los animales, desde muy pequeño. De hecho, en casa siempre he tenido alguno, generalmente un pájaro (Jilguero, canario, periquito, etc.), aunque también perro. Hace años, tuve una dálmata (Truska), posíblemente el ser más noble, manso y cariñoso que haya vivido bajo mi mismo techo. Después, ya de casado, tuve en casa a Simba, un precioso pastor alemán, que en realidad era de Pilar cuando soltera, pero que se vino con nosotros hasta que murió de puro viejo. También era muy noble, y nada agresivo. Después, durante un corto tiempo tuve un chow-chow. que me causó un gran disgusto, y desde entonces no he vuelto a tener perro. Mi mujer dice que ya no quiere ninguno más.

Pero también me han gustado los gatos, tal vez por su carácter, independiente y misterioso a la vez, al tiempo que imprevisible, pues no suelen ser tan consentidores como los perros, y sus ataques arañando suelen ser tan desagradables como imprevisibles. Son ellos los que eligen al amo, y no siempre se dejan tocar por alguien a quien no quieran o conozcan. Quien quiera tener un gato, creyendo que convivir con él es lo mismo que hacerlo con un perro, se equivoca de una manera garrafal. Tanto a mi hija como a mi nos gustaría tener uno, a ser posible negro, pero Pilar se niega en redondo cada vez que tocamos el tema. Mi hijo dice que a él le da igual, aunque en el fondo creo que sería quien más lo mimase.

Y siempre me ha llamado la atención su espíritu de supervivencia, sobre todo de ésos que viven en la calle, alimentándose de lo que puedan pillar en la basura, de algún pajarillo o roedor que cacen o, en algunos casos, de lo que les da gente de la barriada.

Hace años que no veo esa estampa, en la que una persona, generalmente una mujer ya de cierta edad, suele llevarles comida y agua, acudiendo a su llamada con la cola bien levantada, mientras la rodean, al tiempo que con sus maullidos la siguen hasta que les pone la comida. Habrá quien diga que son animales sin control, que tal vez puedan traer enfermedades, aunque también suelen cazar ratas y ratones. Por cierto, que en alguna ocasión se ha hecho campaña de poner veneno a las ratas, y al comer alguno de esos roedores que se han envenenado, han pagado con su vida el devorar su presa...

En Valencia, curiosamente, hay dos colonias de gatos callejeros, debidamente controladas por la Protectora, que los vigila e incluso, a veces, captura a las hembras para esterilizarlas y después liberarlas, procurando que así no se multipliquen demasiado. Esas dos colonias están en el Jardín Botánico y en el Cementerio, siendo controladas por voluntarios de la asociación mencionada.

No obstante, me llama la atención que, a pesar de sus grandes reflejos, como todo buen felino, son muy ineptos para calcular distancia y velocidad de los coches, cuando se aventuran en zonas de circulación rodada, metiéndose bajo las ruedas de los automóviles de una manera que, a veces, me parece suicida. Desgraciadamente, es muy frecuente el encontrar restos de gatos aplastados en mitad del asfalto.

A ver si hay suerte y logro convencer a Pilar de que tengamos un gato o gata en casa. Lo que no sé es lo que opinará Piolín II, el escandaloso canario que nos alegra el ambiente cada día.

La reencarnación.

Es un fenómeno en el cual se cree a través de ciertas religiones y filosofías orientales, aunque en el mundo occidental, debido especialmente a las influencias de la Iglesia y/o del cristienismo, se suele negar casi radicalmente. Se dice que todo ser humano consta de cuerpo y alma. Cuando alguien muere, su cuerpo se descompone y desaparace para siempre pero...¿Qué pasa con el alma? Y ahí radica el "quid" de la cuestión...

Realmente, este post viene a raiz de una curiosa anécdota que me ha sucedido este finde pasado con mi hija. Por cierto, que al final me lo pasé haciendo chapuzas, como fué pintar una de las habitaciones (Falta le hacía) y cambiar la lámpara de tubos de la cocina, pues la que había estaba pidiendo la jubilación a gritos. Prueba de ello es lo bien que nos veíamos después, con la nueva ya instalada.

Pero bueno, volviendo al tema, me ocurrió algo muy gracioso. mi hija nació en Agosto del 92, cuando ya habían concluido las Olimpiadas de Barcelona. Y recordareis que en ese evento, la antorcha olímpica fué prendida con una flecha incendiaria, lanzada por un arquero paralímpico. Estuvieron repitiendo esa escena cierto tiempo, hasta que quedó en el olvido, como muchos detalles de la inauguración de aquellos Juegos.

Pues bien, mi hija me comentaba detalles de aquella ceremonia, como si los hubiera estado viviendo en directo. Y la verdad es que ma causaba cierto asombro, pues es cierto que fueron retransmitidos varias veces, pero Sherezade entonces no tenía uso de razón, aparte de que todo sucedió hace ya dieciseis años. Por otra parte, me comentó también que, hace algo más de un año, cuando estuvo pasando unos días, con un grupo de su clase, en un albergue de montaña, en donde se impartían clases de diversos deportes, al ir a practicar tiro con arco, ella fué la única que sabía empuñarlo y tensarlo correctamente. Tanto es así, que el monitor le había preguntado si había practicado anteriormente, pues parecía que hubiera sido arquera toda la vida.

Entonces, se me ocurrió decirle: "A lo mejor, alguna de tus anteriores reencarnaciones fué un  un/a tirador/a de arco, que estuvo en las Olimpiadas"...¡¡Y no veais la cara de susto que puso, mientras hacía con sus dedos el gesto de los "cuernos", y tocándose la sien decía:"¡¡Lagarto, lagarto!!".

Al principio me dió risa, pero después, recordando un libro que leí hace años, titulado "El tercer ojo", en el cual el autor, que decía haber sido un monje tibetano, cuando hablaba de la facilidad que tenemos para aprender algunas cosas, mientras que otras nos cuesta más, decía que las que aprendíamos rápido ya las sabíamos de anteriores reencarnaciones, en tanto que que las que costaban más de aprender, era debido a que la novedad hay que asimilarla desde un principio, que siempre es más laborioso.

¿Suspechería? ¿Algo de realidad de fondo? Cada cual es libre de pensar lo que quiera, pero creo que el tema requiere cierta reflexión. Se admiten opiniones, pero por favor, que sean sinceras.

Mil perdones.

Lo sé: Son demasiados días sin pasar por aquí, y casi sin visitar vuestros blogs, pero la verdad es que entre lo atareado que voy en casa, añadido a la búsqueda de trabajo, apenas tengo ánimos para sentarme ente el teclado y poner cuatro letras. Por otra parte, esta semana pasada casi estuve a punto de entrar a trabajar en una empresa, de comercial de sistemas de seguridad, pero resulta que los comerciales teníamos que hacer nuestro propio "telemarketing" para concertar las citas, y después visitar a los clientes. Lógicamente, ello implicaba hacer una labor para la cual ni teníamos práctica ni estábamos preparados, lo cual "quemaba" al más templado. De hecho, uno de esos días llegué a quedarme casi "bloqueado", como si me hubiera dado un ataque de "pánico escénico", ante el teléfono y el listado de llamadas que tenía que hacer, teniendo que seguir un guión que parecía diseñado con los piés. De verdad, lo pasé muy mal...

Finalmente, entre éso y que las condiciones no eran demasiado atractivas, preferí dejarlo y continuar con la búsqueda, tanto a través de un par de webs o llevando curriculums a diferentes empresas de ETT y selección de personal. Soy consciente de lo mal que están las cosas, y de que muchas empresas, si tienen pensado algún plan, si lo llevan a cabo, será a principio del año que viene. Pero quien no echa cebo, no tiene posibilidades de pescar.

De todas formas, en casa ando bastante entretenido, pues además Pilar, de cara a estas fiestas que se avecinan, tiene más trabajo que nunca en Mercadona, por lo que me veo obligado a ayudar en casa todo lo que pueda. Este finde, como no vamos a ir a ningún sitio, tal vez me dedique a pintar la habitación de mi hija, o a realizar alguna chapuza de las que siempre hay pendientes en casa. Además, mi mujer trabaja el día 6, por lo que el resto de los días tendrá más ganas de descansar que de otra cosa.

Ya contareis lo que hagais durante este puentecillo, que espero os siente bien a todas/os.

La crisis y sus contrastes.

En verdad que hay cosas que no entiendo. Estamos en crisis generalizada, de acuerdo, pero se ven unos contrastes que me demuestra que siempre hay alguna minoría (Más o menos grande) a la que parece no afectarle, o que el personal quiere seguir manteniendo una apariencia que lleve de muchas cabezas esa psicosis de catástrofe que se va instalando en la sociedad.

Como ahora estoy llevando curriculums a diversas empresas y a oficinas de ETT (Que también se dedican a selección de personal), suelo ir bastante por el centro de Valencia, lo cual no deja de extrañarme, pues aparte de que el aparcamiento es una misisón casi imposible, la crisis afecta más a las personas que viven en las barriadas periféricas. Pero bueno, hay lo que hay, de manera que no queda otro remedio que ir a donde se puedan entregar los historiales, con la esperanza de que alguien se fije en el nuestro...

Y es en esos "pateos" que me hago por el centro donde me doy cuenta de la forma en que la crisis está afectando a la sociedad, habiéndose cargado de manera casi tajante a la clase media, que es la que más domina (O dominaba) en nuestro país. En Valencia, la calle de Colón es la quinta más cara de España en lo que se refiere a precio del m2 de local comercial, tanto para compra como para alquiler. Cuando algún negocio cierra allí (Lo que no suele ser muy normal), a los cuatro días ya se ha abierto uno nuevo, generalmente de alguna tienda de marca exclusivista. En cambio, en otras calles del centro, da pena ver cómo muchos establecimientos de toda la vida, de tipo medio, han cerrado sus puertas. De ellos, había incluso algunos que ya iban por la segunda  o tercera generación de propietarios, muchas veces de tipo familiar. Curiosamente, la mayoría de los que vuelven a abrir, suelen ser cafeterías de alguna cadena o franquicia.

Y lo que también suelen estar a tope de faena y público, los días que les toca, son los "mercadillos" de barriada, con gente buscando sobre todo ropa, de cierta apariencia o a buen precio. Cuando aparecen prendas de marca, generalmente bien falsificadas, es "visto y no visto" lo rápido en que se venden. La gente ha vuelto a buscar el Bueno, Bonito Barato.

Y, mientras tanto, la búsqueda continúa por mi parte. Tal vez por éso no prodigo mucho mis apariciones en este blog, pero no os olvido...

De cabeza.

No os lo creereis, pero desde que estoy en paro voy de cabeza con el tiempo, pues entre lo de ir buscando empleo (Internet, llevar curriculums y visitar amistades de diversos sectores, por ver de recabar alguna información interesante), las faenas de casa (Por lo menos, hago algo útil y de paso procuro que Pilar descanse un poco cuando acaba en Mercadona), y llevar / traer a mis hijos de clase, la verdad es que voy de cabeza.

En cuanto a lo de buscar empleo, confieso que estoy un poco desmoralizado, aunque soy consciente de que en tiempos de crisis hay que redoblar esfuerzos en esa tarea, pues hay escasa oferta, a la que se presentan demasiados aspirantes. Lo más curioso es que contestas a un anuncio, y como al cabo de un par de semanas no hay respuesta, hago seguimiento del curriculum enviado y me suelo encontrar con la respuesta de "El proceso selectivo aún no se ha cerrado", por lo que toca seguir aguardando respuesta... Lo malo es que muchas veces ni contestan. Y es que, por desgracia, lo que hoy en día se ha avanzado en "Marketing" y técnicas de venta, se ha perdido en ética y en cortesía. Hay quien se empeña en ver sólo números, sin pararse a mirar lo que hay detrás.

He enviado curriculums a alguna web de empleo (De momento, sólo me fío de InfoJobs o Laboris), y si veo que de forma casi imediata descartan mi candidatura, al menos agradezco la rapidez de la respuesta, aunque sea negativa, pues la espera a una oportunidad deja un estado de ánimo muy desagradable, mezcla de frustración y esperanza.

Sé que apenas hace tres semanas que dejé de trabajar, y que no todo es "Llegar y besar el santo", pero éso de estar sin un curro decente, la verdad es que me puede.

Por lo menos, en casa ahora me dicen que se come mejor, pues siempre se agradece una comida recien hecha antes que una cocinada la noche antes y recalentada a microondas. Como hoy hacía algo de fresco, he hecho un cocido que me ha salido muy bueno, y no demasiado cargado de grasa (Hay que cuidarse). Por la noche, he hecho "ropa vieja", que es lo que ha sobrado del cocido, frito con unos ajos (Exquistez que no ha durado nada), y con el caldo haré mañana arroz al horno. Y para el viernes ya tengo preparados unos "Tortellini al queso" que espero gusten a todos.¡¡No se quejarán en casa, no!! Guiño

Por lo menos, intento no perder el buen humor ni la esperanza...